No puede darse una respuesta única a esta pregunta, pues depende de qué beneficios se pretendan por el solicitante en sus relaciones con la aduana y en sus operaciones comerciales.
A modo de ejemplo, una empresa naviera puede no estar interesada en simplificaciones aduaneras, pero sí en aspectos relacionados con la seguridad. Un representante aduanero que sólo presenta declaraciones en nombre de terceros puede que sólo esté interesado en las simplificaciones aduaneras. Finalmente, un exportador que quiera ser considerado socio de confianza en sus relaciones internacionales estará interesado en un certificado de simplificaciones y seguridad.
De todos modos, son absolutamente concebibles situaciones distintas a las mencionadas.